También a los no poetas nos corre sangre por las venas, practicamos la autoinducción del delirio...

También a los no poetas nos acecha el abandono, los abismos también salen a nuestro encuentro...

También a los no poetas nos embelesan los árboles agitados por el viento y las ondas que irrumpen en el agua quieta.



sábado, 21 de enero de 2012

Espiral



Para percibir el color, se requiere una fuente de luz y que el ojo humano perciba la ilusión del color.
Óptica. Eugene Hecht. 2000


Una vez más el pintoresco Pueblo Quieto ha sido cubierto por el oscuro manto y debajo de éste, comienzan a urdirse como cada noche; las pasiones, las mentiras, las tragedias, y las miserias.  Después de todo, dentro de unas cuántas horas, volverá sigilosa la aurora y con ella, por otras cuántas horas, el sosiego y el color.

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