También a los no poetas nos corre sangre por las venas, practicamos la autoinducción del delirio...

También a los no poetas nos acecha el abandono, los abismos también salen a nuestro encuentro...

También a los no poetas nos embelesan los árboles agitados por el viento y las ondas que irrumpen en el agua quieta.



martes, 29 de junio de 2010

Pueblo Quieto.



Polvo que vela el horizonte
fuego que funde atardeceres
ruinas de cantera suspicaces
torres que asfixian voluntades,
voces que inquietan soledades
vientos que alborotan conciencias
tragedias espiando desde estatuas
festivales ridículos olvidados,
amores imposibles sofocados,
claustros de susurros infestados,
gritos furiosos acallados,
parques de recuerdos oxidados,
rejas que gimen por sonrisas,
pasados que persiguen ensañados
huellas que huyen extenuadas
ausencias que imploran compañías,
infiernos en los atrios enterrados,
fantasmas que sonríen desquiciados.